Andrés Calamaro y sus mejores canciones

Andrés Calamaro es uno de los más importantes músicos argentinos. Considerado uno de los íconos del rock nacional por haber participado en la mítica agrupación Los abuelos de la nada y Los Rodríguez, tiene una carrera solista con 15 discos y probó, a lo largo de su camino, que es un artista completísimo. Además de cantar, compone, produce y toca diversos instrumentos como teclados, sintetizador, piano, guitarra y bajo. No solo es influyente en el país, sino que alcanzó el éxito en otros puntos de Latinoamérica y España. Este es un recorrido de sus mejores 5 discos.

ALTA SUCIEDAD (1997)

Alta suciedad es el quinto lanzamiento de Calamaro. Se presentó el 9 de septiembre de 1997 tras la separación de su exitosísima banda Los Rodríguez. El álbum contiene quince tracks, todos compuestos por el artista, excepto Catalina, Bahía que pertenece al dúo Pedro y Pablo (conformado por Miguel Cantilo y Jorge Durietz). El disco fue producido por Joe Blaney, el favorito de Charly García y hacedor de varios discos exitosos de grupos argentinos, y fue grabado en su totalidad con músicos extranjeros (excepto por Celeste Carballo y Ramón «Palito» Ortega en los coros de Elvis está vivo).

Es el segundo disco más vendido del rock argentino y es considerado como uno de los mejores álbumes del rock argentino. Esta placa tuvo como cortes de difusión: Flaca, Loco, Me arde, Alta suciedad, Crímenes perfectos, Donde manda marinero y Media Verónica. Los fanáticos de Calamaro destacan temas como: El novio del olvido, Comida china y Todo lo demás. El disco es uno de los más escuchados en Spotify y en su momento tuvo una altísima rotación en radios, con un episodio de censura debido a los primeros segundos del tema Loco que dice: «Voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque a fumar un porrito». Esto ocasionó algunos inconvenientes al cantante y le trajo algunos dolores de cabeza a la discográfica.

HONESTIDAD BRUTAL (1999)

Honestidad brutal es el sexto disco solista de Calamaro y fue editado en 1999. Es un álbum doble con un total de 37 canciones compuestas entre los años 98 y 99, principalmente entre Madrid y Buenos Aires, pero también en Nueva York y Miami, durante la gira del álbum Alta suciedad. La obra reúne una serie de géneros tan dispares como el folklore y el reggae, o la bossa nova, el rock y el tango.

Todo el disco fue compuesto por Calamaro y su banda, excepto el clásico tango Naranjo en flor, de los hermanos Virgilio y Homero Expósito. Esta es la segunda colaboración entre Calamaro y Joe Blaney. En el disco aportaron su talento grandes músicos locales de rock (como Moris y Pappo) de tango (como Mariano Mores y Virgilio Expósito), y su excompañero en Los abuelos de la nada, Daniel Melingo. Además se puede escuchar la voz de Diego Armando Maradona en el tema homónimo. Del primer CD, sobresalen los siguientes temas:

  • La parte de adelante
  • Los aviones
  • Socio de la soledad
  • Paloma

y del segundo CD:

  • Aquellos besos
  • La parte de atrás
  • No son horas

EL SALMÓN (2000)

Esta es la séptima obra del cantante argentino. Este disco es considerado la obra cumbre de Andrés Calamaro. Resulta un álbum excesivo con 103 canciones en 5 CDs. En este álbum, el artista refleja decenas de estados de ánimos en ese momento de su vida, luego sus dos exitosos discos lanzados anteriormente. A la venta, también salió unaversión de un solo disco con 25 tracks seleccionados del total de 103 de la edición original. El disco se conforma de varios temas propios y de muchos covers. De los temas de su autoría se destacan: El salmón, Tuyo siempre, All you need is pop y Para no ser un recuerdo hay que ser un reloco. Entre los covers realizados por el cantante, sobresalen: Así, de Sandro; Laura va, de Luis Alberto Spinetta; Los ejes de mi carreta de Atahualpa Yupanqui; Oh! Darling de los Beatles y Under my thumb de los Rolling Stones. Además, con su versiones, el musico homenajea a tangueros como: Carlos Gardel, Homero Manzi, Mariano Mores, Enrique Santos Discépolo y Alfredo Le Pera.

EL CANTANTE (2004)

Es, quizás, el disco más bello y delicado del cantautor argentino. Es una selección de temas de grandes artistas hechos covers con su estilo propio. El nombre proviene de la canción homónima popularizada por el músico portorriqueño Héctor Lavoe, que forma parte del disco.

Calamaro utiliza pocos instrumentos en este disco: guitarra y piano sobresalen dejando que el cantante luzca su voz. Algo de percusión y vientos se dejan escuchar en algunos temas, como en Estadio Azteca, La libertad y Las oportunidades que son los tres tracks que estrena y que superan el uno a otro por su simpleza y alta calidad. De los covers se destacan: Alfonsina y el mar, de Ariel Ramírez y Felix Luna; El cantante, de Rubén Blades; Volver de Gardel y Le Pera y El Arriero de Atahualpa Yupanqui. El disco está plagado de matices ibéricos, y esto no es un parecer, sino un hecho: las guitarras y las palmas las pone Juan José “Niño Josele” Heredia, un guitarrista flamenco descendiente y compañero de grandes intérpretes, como de Diego el Cigala y de Javier Limón, el productor en este álbum.

LA LENGUA POPULAR (2007)

Calamaro lanzó La lengua popular en septiembre de 2007. Es su onceavo disco como solista y el primero con 100% tracks inéditos desde 1997. Son doce temas producidos por el reconocido músico Cachorro López, quien fue su compañero en Los Abuelos de la Nada y es su primer trabajo en conjunto.

El álbum fue íntegramente grabado en Argentina. Sus seguidores lo consideran una de las obras más creativas del artista y elogian temas como: Los chicos, Carnaval de Brasil y Mi gin tonic. La lengua popular le permite a Calamaro girar por varios recitales y festivales del país, como fue la edición de 2008 –con entradas agotadas– del Pepsi Music donde más de 30.000 personas lo vieron en vivo en el Club Ciudad de Buenos Aires.

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